San Martín está en una encrucijada de la que no puede salir. Sin certezas sobre lo que pasará con la definición del torneo de la Primera Nacional y esperando que, ante el silencio de AFA, sea el TAS el que determine los pasos a seguir, en La Ciudadela ven cómo hoy se desarma un proyecto que había empezado con mucha ilusión en julio del año pasado.
De los más de 200 futbolistas que a partir de hoy se quedan sin trabajo en el fútbol argentino, 18 pertenecían a un plantel que, mientras la pelota pudo rodar, fue el mejor de su categoría y el de mayor coeficiente contando todas las divisionales.
Pero la pandemia y la poca lógica que mostraron los dirigentes de la entidad madre de nuestro fútbol tiraron a la basura el esfuerzo de poco más de ocho meses. “No podemos renovar los contratos porque no contamos con los recursos necesarios y porque nadie nos supo decir qué pasará en los próximos meses”, explicaron desde Bolívar y Pellegrini.
Es por eso que desde hoy sólo 14 futbolistas del último plantel seguirán ligados a San Martín (a ellos se les sumará Nicolás Carrizo, que volverá al club).
El golpe es mucho más duro de lo que parece. San Martín basa su presupuesto en las recaudaciones y, sin ellas, no puede hipotecar el futuro de la institución contrayendo obligaciones que después no estará en condiciones de cumplir. Pero, en un mercado de pases que de acuerdo con las condiciones actuales sería muy austero, es posible que varios equipo de Primera intenten reforzar sus planteles con lo mejor del ascenso. Y ahí, San Martín puede encontrar muchas complicaciones a la hora de planificar el futuro.
Lucas Diarte y Gonzalo Rodríguez son los únicos futbolistas que jugaron gran parte del torneo de titulares y que hoy continúan en el club. A ellos se les agrega Juan Imbert, que llegó como refuerzo en diciembre. El resto de la escasa plantilla se completa con jugadores que casi no tienen partidos en Primera.
Favio Orsi y Sergio Gómez, los entrenadores que demostraron estar a la altura de las circunstancias, también serán sólo un recuerdo a partir de hoy. ¿Qué pasará de ahora en más? ¿Cómo hará San Martín para volver a delinear un nuevo proyecto?
Lo primero que esperan los dirigentes es ver qué pasará con su reclamo en el TAS. A partir de allí, conociendo qué torneo disputarán una vez que la pandemia sea un triste recuerdo y la pelota vuelva a rodar de manera oficial, deberán sentarse a analizar caso por caso.
Hay muchos jugadores de los que ayer se le terminó el contrato que habían mostrado ganas de seguir en el club. Pero claro, habrá que ver si a esa altura siguen disponibles.
La endeble organización del fútbol argentino y la poca previsión ante la pandemia desarticularon un proyecto que tenía bases sólidas y llenó de interrogantes un futuro que parecía prometedor y que de repente se esfumó en un abrir y cerrar de ojos.